El tema central de este Blog es LA FILOSOFÍA DE LA CABAÑA y/o EL REGRESO A LA NATURALEZA o sobre la construcción de un "paradiso perduto" y encontrar un lugar en él. La experiencia de la quietud silenciosa en la contemplación y la conexión entre el corazón y la tierra. La cabaña como objeto y método de pensamiento. Una cabaña para aprender a vivir de nuevo, y como ejemplo de que otras maneras de vivir son posibles sobre la tierra.

jueves, 23 de junio de 2016

El conjunto



(...) Lo esencial es el conjunto. Una mirada enamorada es panorámica."
(-El placer de contemplar. Joaquín Araújo)








miércoles, 22 de junio de 2016

Un año en los bosques


"El sol ya está alto, es tarde para los cárabos. Conozco al hombre al otro lado del río, y sé que tiene que estar cabreándose. Probablemente esté sentado en un tronco húmedo, con los pies y las piernas ateridos y con calambres provocados por la inmovilidad. También conozco al otro cazador, al del reclamo para pavos. Esta semana, lo que esos dos hombres quieren es un pavo muerto.

Yo también quiero un pavo, pero el mío lo quiero vivo y en una semana veré cumplido mi deseo y los oiré graznar al amanecer. Pero quiero más. Quiero azulillos índigo cantando sus pareados a primera hora de la mañana. Quiero leer José y sus hermanos de Thomas Mann otra vez. Quiero hojas de roble y flores de cornejo y luciérnagas. Quiero saber cómo está la tierra en Coon Holllow, al norte. Quiero que Asher se entere de lo que les pasa a los ácaros del oído de las polillas en invierno. Quiero enseñarles a Liddy y a Brian las enormes rocas que hay al fondo de la hondonada del arroyo. Quiero saber mucho más sobre las arañas morgaño. Quiero escribir una novela. Quiero bañarme desnuda en el río al calor del sol.
Por eso he dejado de dormir en la cabaña; una casa es demasiado pequeña, demasiado restrictiva. Quiero el mundo entero, y también las estrellas".




domingo, 12 de junio de 2016


Detalle del Molino de Damaniu



DONDE HABITE EL OLVIDO 

Donde habite el olvido, 
En los vastos jardines sin aurora; 
Donde yo sólo sea 
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas 
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. 

Donde mi nombre deje 
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, 
Donde el deseo no exista. 

En esa gran región donde el amor, ángel terrible, 
No esconda como acero 
En mi pecho su ala, 
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. 

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, 
Sometiendo a otra vida su vida, 
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. 

Donde penas y dichas no sean más que nombres, 
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; 
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, 
Disuelto en niebla, ausencia, 
Ausencia leve como carne de niño. 

Allá, allá lejos; 
Donde habite el olvido.

(Luis Cernuda)